“Quiero un remedio para las penas, la decepción es un sentimiento que te aprieta el pecho y te fabrica un nudo en la garganta. No soy una santa pero no creo que sea necesario estar sufriendo tanto, uno mismo se busca las malas cosas y sin querer queriendo. No le guardo rencor a nadie ,ya para que si no saco nada con envenenar mi alma .El día de hoy siento una calma y mucha nostalgia , de lo que fue, de lo que es y lo que pudo haber sido. Lo que me mantiene con fuerzas y en pie es ver a mi lado al único regalo que me dio la vida. Sí, la miro y pienso que no se merece que esté sufriendo, ¡claro! , sufrir, eso es lo que realmente quiero sacar del decorado que le he hecho al fondo de mi vida. Puedo asegurar que desde ahora en adelante renaceré como una nueva mujer; una más cautelosa, menos ingenua, más segura de sí misma. Quiero volver a amar como nunca nadie ha amado, quisiera volver a confiar como nunca antes lo he hecho y quisiera encontrar mi felicidad, esa que anda extraviada en algún lugar del mundo”
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